Coplas a mi Madre - Salvador Carrillo
Anoche, cuando soñaba,
Me soñaba entre tus
brazos.
Soñaba que me reías,
y eso me daba consuelo.
Anoche, cuando soñaba,
me llenaban tus recuerdos.
Desde tu sonrisa niña,
hasta tus amores ciertos.
¡No quiero despertar!
Gritaba,
debo seguir en mi sueño.
Convocaré a mis recuerdos
y sabré de tus anhelos.
Te vi jugando, pequeña,
sostenías entre tus
brazos,
aquella muñeca fea.
Sostuve tu mirada altiva,
vi que te viste en
futuro.
¡Aquella muñeca fea!
Tus pensamientos volaron,
al ritmo de tus pasiones.
Y con la magia del tiempo,
te vi frágil y bella.
Pequeña joven de
ensueños,
de encantos y vida llena.
Ese mirar lo conozco:
anda buscando quimeras.
Y entre juegos y suspiros
y entre flores y entre
espinos.
Entre lágrimas y risas
juraste de amor, vida
eterna.
De pronto, tu caminar
fue de pasos muy lentos.
¿Qué pasó por tu mirada?
¿qué viste?
no lo recuerdo.
¡Ay, el amor! Como savia,
llegó de nuevo a tu
huerto,
Iluminó tus mejillas
y dio plata a tus
cabellos.
Caminamos largo trecho,
los dos el mismo sendero,
una plegaria rezabas,
y tu mirar miró el cielo.
¡No quiero seguir!
Temblaba.
Paremos solo un momento.
Ya no escuchaba a mi
madre.
Me vi, estaba despierto.
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