Rosa - Anne Labrousse
¿Cuántos años ya?
Dejé de contar.
!Son muchísimos!
He escrito varios textos sobre ti.
Llegué a tu taller en la Casa
Refugio,
Con el corazón roto.
Creo que vi tu anuncio en la
revista Tiempo Libre
Me acuerdo perfectamente de cómo,
Al mes de tomar tu taller, te
accidentaste.
Fue terrible.
Te ausentaste tres semanas,
Y regresaste.
Tenias casi todo roto, yeso,
bandas,
Caminabas con muletas, cargabas
tu cojín.
Tu espalda nunca quedó igual.
Te admiré.
Era tan temprano para retomar tu
trabajo,
No te quejaste.
Te acomodaste como pudiste.
Y seguimos,
Tres veces, me inscribí a tu
taller de la Casa Refugio
A la cuarta, te llamé
Te pregunté si no estaba loca
por
inscribirme siempre al mismo taller
Me contestaste
“No, para nada, yo estuvé en el taller de Elena Poniatowska más de veinte años.
Mejor, vente al
taller de los jueves a mi casa. Es un taller permanente.”
En aquella época, eran los
jueves, al poco tiempo, fue el lunes.
Nunca dejé de ir.
Tu taller ha sido mi sol de los
lunes
Despierto este día y sé que nos
reuniremos
Que estarás allá,
Que veremos algo nuevo.
Que habrá calor humano,
El calor que diseminas,
que regalas con tu sonrisa,
tus bromas, tu talento
Que todos nos sentiremos bien
Sé que habrá pan, pastel,
galletas, café, té, risas.
Que después de la pandemia,
regresarán los pasteles,
las ofrendas compartidas con tanta felicidad.
Te admiro Rosita y te quiero
mucho.
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