Vagaba a la deriva, libre de un sistema
de poca fuerza, entonces la gravedad ineludible me atrajo al interior del
poderoso Universo Rosita. Hace un año que me incorporé, acercándome
desde el exterior, de a poco, como ferrita hacia un imán.
Planetas, estrellas, meteoritos,
galaxias enteras que giran en torno al astro reinante, la poderosa luz de Rosa
Nissán, su magnetismo nos mantiene en órbita. Siempre en movimiento, con
libertad, ninguno de los elementos está quieto.
La traslación es a veces lenta, en otras
ocasiones se acelera y es veloz. Los elementos celestes interactuamos, desde
nuestra propia órbita nos atraemos, cambiamos ligeramente nuestro camino o
incluso nos desviamos radiantes cuando somos tocados por las experiencias y
enseñanzas de los otros.
Es un Universo que late,
reverbera, vive, siempre en continua expansión gracias a la poderosa energía
creativa, sanadora y nutritiva de Rosita. Es tanto su dinamismo que ningún
átomo de este sistema escapa, unidos en la diversidad, inmersos en su amoroso y
respetuoso éter.
¡Disfrutemos el viaje!
!Gracias Rosita!
Bárbaro!!! Gracias por la emoción...
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