CUARENTEANDO, UNA CAJA, MUCHAS IDEAS - Paula Pilar Picón


La meditación de hoy dice que me ayudará a generar seguridad dentro de mí, eliminando patrones de miedo que se pudieron haberse implantado en los primeros años de mi vida o infancia. El audio comienza aclarando que por sí sola no va a quitar el miedo y explica que las experiencias se codifican a nivel energético, se estructuran alrededor de nuestro cuerpo y que la meditación, a través de la respiración y ciertas posiciones y enfoques, nos propone otra estructura energética. A partir de allí estaremos más abiertos a nuevas oportunidades de cambio. Me quedo pensando un largo rato en esto que escuché.
Comencé animada a respirar en la postura indicada. Me forzaba al principio a pensar en algún viaje, tenía ganas de irme a otro lugar, pero hoy mis pensamientos se regresaban una y otra vez a una caja. Actividades, artesanías, juegos. Una caja con contenido sorpresa cada mes. Siempre me gustaron esas suscripciones mensuales. Cuando era chica mi papá me compraba en el kiosko de la esquina de un kit de pinturas. Todos los meses tenía un nuevo cuadro con instrucciones de como pintarlo y todo el material necesario: pinturas, pinceles, explicaciones del cuadro, autor y sugerencias de como enmarcarlo. Así pinté mis primeros 20 cuadros cuando tenía 12 años. Aprendí leyendo, haciendo y compartiendo mis resultados. Me entusiasmaba con cada caja de mes y me apuraba porque ya llegaría la próxima. Mi autoestima creció con esas obras.
Hoy tengo ganas de crear mis propias cajas y llegar a muchos hogares para incentivar a los niños a desarrollar alguna actividad de arte. Se me ocurre algo así como cajas de arte-terapia. Podría promocionarlos a través de mi blog, dónde comparto actividades en casa siguiendo el método Montessori que me ayuda tanto en el día a día con ideas sobre qué hacer con mi hijo de 3 años. Pintura, mosaico, escritura para niños más grandes, instructivas para fomentar la lectura. Me fascina esta idea. Aflora mi creatividad y vuelvo a ser esa niña feliz de 12 años que regalaba los cuadros a toda su familia.
Luego pienso en que llevará tiempo. Idearlo, hacerlo, promocionarlo, venderlo. ¿Vale la pena? Tengo que aprender de venta en línea, de marketing, de packaging, de logística… son muchas cosas nuevas. Estoy en otro país, no conozco las reglas del mercado, aquí hablan otro idioma ¿por dónde empiezo? Me freno. Me abrumo. Retiro esa idea, me peleo con ella y la envío al rincón, la veo allí en un rincón, como en penitencia por querer crecer.  
El guía nos pide a mitad del audio, que coordinemos un mantra con la respiración. Al inhalar por la boca, mentalmente repetir y visualizar la palabra Go y al exhalar la palabra del mantra vind. Dice que Go vind es un mantra que nos reconecta con la capacidad de autosostenernos y sentirnos seguros dentro de nosotros mismos. Sumo esa visualización a la respiración y a la posición en la que estoy. Sigo con los ojos cerrados. Mas calmada otra vez regreso a mis ideas del kit de arte para niños. Y pienso ¿por qué no? ¿Y si empiezo por algo? en vez de pensar en todo lo que preciso para tener todo el emprendimiento en marcha, puedo comenzar con hacerlos para nosotros. Si no empiezo hoy dando un paso, no llegaré nunca a realizar esa visualización.    
Termina la meditación y nos pide hacerla por durante varias semanas. Nos ayudará a sentirnos más seguros para explorar esas áreas grises y reciclar miedos que nos han quedado impresos como huellas en nuestro sistema. Me levanto animada, y me pongo a escribir con la intención de invertir en esto que estoy visualizando ahora. Sé que algún día se conviertan en realidad.  
19 de Julio, 2020 – Sao Paulo, Brasil

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