¿QUÉ DIRÍA? PARAFRASEANDO A PETER HANDKE - Marichoni

Canción de la Niñez

    Cuando la niña era niña creía y esperaba a los Reyes Magos, ahora, en ocasiones ha sido uno de ellos. Cambió de creer en buscar ser lo que creía.

    Cuando la niña era niña, disfrutaba todo el día: un costal era una montaña a escalar, un pequeño espacio era el escenario para bailar. Brincaba de un lugar a otro, bajaba la escalera de tres en tres escalones, creyendo que las piernas eran invencibles. Ahora no se arriesga baja escalón por escalón, no se atreve a mostrar el miedo.

    Cuando la niña era niña, jugaba a ser mamá de las muñecas, de su hermana y del vecinito al que cuidaba, ahora es la mamá de quienes ya son y no necesitan que se les diga qué hacer, pero sí que los acompañe y les diga que los ama y cree en ellos.

    Cuando la niña era niña, buscaba la aventura en el patio, debajo de un árbol, corriendo y simulando que la perseguían, ahora la aventura es vivir y hacerlo de manera consciente.

    Cuando la niña era niña, creía que el mundo empezaba y terminaba con los que ella amaba. Ahora no es así, los que ella ama, voltean a ver a otros, que son a los que más aman. ¿Qué hacer? ella también los ama.

    Cuando la niña era niña creía que las cosas durarían para siempre, ahora sabe que se rompen, se pierden o alguien se las puede quitar y ya no se aferra pero las recuerda.

    Cuando la niña era niña, creía que el tiempo siempre mantendría cerca a los que la rodeaban, los veía y conocía cada paso que daban, ahora no es así, algunos de los que la rodearon, ya no están, se quedaron sólo en la memoria, otros atravesaron montañas que ya no eran costales, volaron sin alas y cambiaron de aires… pero siempre están con ella, de una forma u otra.

        Cuando la niña era niña jugaba a ser mayor, a mandar, a atender, a curar, a cuidar, a saber más. Ahora no es así, ya no manda, sólo sugiere, ya no atiende, la atienden, todos saben más que ella. Pero ella sabe lo que los que saben más que ella, no saben: que el tiempo pasa, que las cosas cambian, que lo que es ahora, se acaba y que lo mejor es aprovecharlo y aprovechar el lugar dónde se está. Eso quizá no lo saben los demás.

    Cuando la niña era niña creía que la vida era para siempre, ahora sabe que, tal vez, no verá tantos amaneceres, porque cuando la niña era niña no los contaba y ahora los aprovecha cada día porque sabe que para ella, un día acabarán.