EN EL INSURGENTES BELLAS ARTES - Lola G. Casanova

Qué barbaridad. Cómo se les ocurre subirse al camión con un perro. Como si no viniera de por sí lleno. Y la muchacha ésa tan presumida que manda a su hermano a llevarse al perro y ella se queda tan tranquila con los otros güeritos. Mira nada más, qué desenfadada. ¿Qué se creerá? Flaca ésta. Con sus pantalones apretados y esos zapatos que parecen de niño, botitas con agujetas, mira nomás. Y se me queda viendo como queriendo echar bronca, me tuerce la boca, se secretea con los otros y se ríen del que se quedó, que estaba bien bonito no como éstos. Me cayó gorda desde que se subió, venían riéndose y ella hasta adelante, entró como si la estuviéramos esperando todos y se siguió de largo, que paguen los de atrás, a leguas se nota que se cree mucho, porque camina como si fuera modelo, moviendo las nalgas pa que vean que aunque esté flaca sí tiene y por eso se pone el pantalón apretado. Seguro que ni vive por aquí y nada más anda presumiendo, porque si no, pus no andaría en camión sino que traería su nave o a lo mejor nada más se sube pa que la vean. Que dizque van a Bellas Artes oí que decía y a ver si los alcanza el bonito. Cómo me chocan estas viejas, escuinclas odiosas. Dizque liberadas. Se creen mucho y ni saben nada. Solo porque van a la universidad creen que se merecen todo pero ni conocen la vida de verdad, no han sufrido nunca, ni mueven un dedo para nada. Sólo para dar instrucciones y señalar sus caprichos. Ay cómo las odio, hasta me dan ganas de pegarle. Ya se dio cuenta que me cae gorda y se está poniendo nerviosa, ya ni se ríe y le cambió la cara. Pobrecita, ¿no que muy macha? Ya van como tres veces que se pasa con una mano los pelos que le caen sobre la cara para atrás , como si se peinara pero lo hace de nervios, la estoy mirando: el cabello negro le brilla, lo tiene limpio y le cae mero bonito hasta los hombros, una camisetita de rayas anaranjadas y su pantalón vaquero blanco. Ahora se sonrió conmigo, qué mensa, ¿o será que no es tan gandalla? De todos modos me cae gorda, nimodo. Ya me bajo en esta esquina.