Maternidad I - Esther Solano
Quiero
ser la madre que mis hijos necesitan. Cuando sea el momento, pararme en el puerto para verlos
partir, a bordo de su propio barco, zarpando hacia el infinito.
Quiero
llorar lágrimas gordas de alegría, del gozo de iniciar su propia
aventura. Como cuando se metían en su traje de pirata y yo, les pintaba barbas
y bigotes, les maquillaba los ojos para que se parecieran a Jack Sparrow.
Intrépidos, alegres, irreverentes, orgullosos de su navío imaginario, satisfechos de ser
capitanes – no menos- Así los imagino, así los quiero ver.
Quiero
cumplir mi deber de amarlos y dotarlos de algunas herramientas. Pero sobre todo, honrar mi obligación
de hacerme a un lado, a través de la humedad en mis ojos, mirarlos alejarse, sin volver la vista atrás, a vivir su propia aventura. No mis sueños, ni mis ilusiones,
por más hermosas que las haya tejido para ellos, desde el momento en que
los sentí moverse en mi interior por primera vez.
Cada
día me maravillan. Sin embargo, anhelo su vuelo. Aunque dejen mi nido
vacío, ocupado con algunas plumas que han cambiado por otras nuevas y mejores.
Quiero
ser una buena madre.
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